¡Maturana es una maravilla de variedad!
Su origen se sitúa en la época prefiloxérica, cuando los técnicos franceses se acercaron a Rioja para seguir elaborando sus vinos. La variedad hibridó de forma natural con las variedades autóctonas. En 1990, se encontraron en Navarrete 35 cepas dispersas en un viñedo viejo, se desconoce la fecha de plantación. En 2007, DOCa Rioja la incorpora al registro de variedades de la Denominación.
Los estudios genéticos incluyen esta variedad en la familia de los cabernet. No en vano se conoce popularmente como la cabernet riojana.
La brotación es muy tardía, pero el ciclo vegetativo corto, madura rápidamente. Sus bayas y racimos son pequeños, la mitad que los de tempranillo. La vendimia requiere tiempo y es delicada. Se recoge con más de 14 grados para una maduración óptima.
Da vinos muy potentes…
– en color, por su elevado contenido polifenólico.
– en aroma
· el maturana tinto: inconfundible a pimentón, pimienta negra (pirazinas), con notas herbáceas y balsámicas que recuerdan a variedades francesas.
· el maturana rosado: a frutos rojos, frambuesa y tostados.
– en sabor
· maturana tinto: muy suave y envolvente, con taninos sorpresivamente redondos.
· maturana rosado: goloso y envolvente, recuerda a vainilla y frutos secos.
La acidez es otro factor clave, absorbe mucho potasio.
maturana tinto: crianza de 6 meses en barrica de roble americano nueva que ensalza las características varietales sin aportar exceso de notas tostadas, muy respetuosa con la variedad.
maturana rosado: prensado muy suave, fermenta en depósito, madura 4 meses en barrica de roble americano.
